...a través de Bertha Dudde - 27.02.1957
BD 6772 Estado de necesidad … Estado de libre albedrío …

El camino a través de la creación aporta cierta madurez a lo espiritual, porque lo esencial no puede obrar en contra de la voluntad de Dios, pues en el estado de necesidad está activo según la voluntad de Dios. Y este estado de necesidad es la única posibilidad de liberar lo esencial de la influencia del adversario, del que de otro modo sería eternamente incapaz de escapar. Pero Dios ayuda a lo débil, que está controlado por un poder maligno … Lo ayuda a alcanzar el estado de poder decidir por su propia voluntad, escapando así también de ese poder maligno.

Dado que el adversario de Dios también tiene derecho a este espiritual, que voluntariamente lo siguió a las profundidades, no se le puede negar el derecho a luchar por ello, y por lo tanto aprovecha el momento en que puede influir en su voluntad por todos los medios posibles para no perder a sus seguidores. La madurez que los espiritual ha alcanzado a través de su camino por la creación también le permite resistir los deseos del adversario, porque Dios también ejerce Su influencia, pero (en la medida) que no afecte al libre albedrío …

El camino a través de la creación es, pues, un don de la gracia de Dios, que apoya a lo hundido en las profundidades para recuperar una cierta altura. Pero entonces entra en juego la propia responsabilidad para el ser, porque ahora solo decide su voluntad. Por consiguiente, el ser humano, el ser espiritual en ese estado de madurez, ya no está sujeto a ninguna coerción, ni del lado bueno ni del lado malo; es libre, pero su voluntad aún es extremadamente débil, por lo que al adversario de Dios a menudo le resulta muy fácil ganar la voluntad del ser humano, así como, a la inversa, las gracias de la obra de Redención están nuevamente a su disposición, las cuales fortalecen la voluntad, y el luminoso mundo espiritual también busca ganar influencia en todos los sentidos.

Sin embargo, la decisión hacia qué lado se dirige la voluntad tiene que dejarse solo en manos del ser humano. Y esta es la lucha que cada alma … lo espiritual dentro del ser humano … tiene que librar en la Tierra, en la que puede ser derrotada, pero también puede salir victoriosa … Nunca hay excusa para el alma su sucumbe ante su adversario, pues cada alma puede ganar la lucha porque Dios pone a su disposición todos los medios necesarios. Y, por lo tanto, cada alma también tiene que asumir las consecuencias de su decisión, no se le pueden evitar, así como, por otro lado, es inmensamente dichoso si gana esta lucha.

La gran gracia de haber sido liberado del dominio del adversario durante eternidades, ya supone una cierta obligación de tomar las decisiones correctas a partir de ahora. Sin embargo, el ser humano carece de conocimiento acerca de su curso previo de desarrollo, porque no debe sentir ninguna coerción por parte de Dios para tomar una decisión verdaderamente libre. Pero tan pronto como adquiera este conocimiento en la Tierra, también debe aprovecharlo esforzándose por alcanzar la perfección, pues en el último tiempo antes del fin el ser humano será avisado la gran responsabilidad de su vida terrenal a través de la transmisión de un conocimiento que de otro modo le habría quedado culto … porque, en vista del fin también se menciona el nuevo destierro en la creación, que amenaza a quienes fracasan completamente en la vida terrenal.

Si bien la creencia en este conocimiento es crucial para que el alma se beneficie de ello, puede despertar un sentido de responsabilidad y ser interpretado como un don final de gracia. Y entonces el alma se libra del terrible destino de un nuevo destierro, al haber tomado su decisión por voluntad propia, sin coerción …

Amén